El presente documento se ha hecho con base a la
siguiente definición: el aprendizaje desde
un paradigma sociocultural es conceptualizado como la apropiación y dominio de
herramientas culturales valoradas de manera histórica por los miembros de una
comunidad de práctica y responde a la pregunta ¿de qué manera la utilización de un paradigma sociocultural ayuda al
diseño de actividades pedagógicas mediadas por tecnología digital, así como a
la evaluación de dichas actividades y de las políticas institucionales y
educativas que las sustentan?
Primeramente hablando sobre el paradigma sociocultural, se puede decir
que es primordial el aprendizaje colaborativo porque permite el intercambio de
ideas y la argumentación de sus respuestas para la toma de decisiones. Las
herramientas culturales utilizadas como la computadora, los libros de texto, películas y revistas
entre otros, facilitan el desarrollo de las actividades escolares y el
aprendizaje significativo, pero es importante conocer al estudiante para
entender sus necesidades e intereses. Cuando se utilizan herramientas y
programas de cómputo para desarrollo curricular, se utilizan los diversos programas
en donde el lenguaje proporciona el sentido para desarrollar la clase, aclarar
dudas y alcanzan así los objetivos de las actividades. Fernández (2009ª)
La evolución de las tecnologías ha tenido efectos importantes, ya que
facilita el tener más
canales de
comunicación para el alumno, contar con múltiples herramientas para las clases presenciales, en línea o por
internet y diseñar cursos
especiales que
se adapten a las necesidades de cada individuo inclusive por medio de grupos de trabajo remotos o comunidades de
aprendizaje a distancia. Alanís (2007)
En las prácticas pedagógicas en educación básica, los docentes buscan promover el
aprendizaje por medio de un sistema de actividad humana, para lo cual casi siempre se elabora una planeación estratégica
en la que definen la misión y visión, el diseño de objetivos, actualmente uno de esos objetivos es el utilizar lar
Tecnologías de la Información y la Comunicación para el desarrollo de las
actividades. En este proceso de enseñanza aprendizaje, se utilizan signos
o artefactos simbólicos, que referencian la realidad, y permiten a los alumnos tener un aprendizaje más
significativo debido a que se recrean situaciones de su cotidianidad que
socializan en el aula para poder hacerse de una cultura y prácticas de
socialización, que
le permitirán ser un individuo fácil de integrarse a su contexto y comunidad.
Los docentes deben contar con los elementos clave para reforzar la
cultura y las practicas de organización, sobre todo si se trata del trabajo por medio de las TIC, cuentan con
ciertos conocimientos previos, competencias y habilidades (marco del
conocimiento) que
habrá que potenciar para beneficiar el proceso de enseñanza-aprendizaje,
también tiene una planeación o un modelo pedagógico
institucionalizado y un sistema de estrategias y acciones, que elabora de acuerdo a las necesidades e intereses
de sus beneficiarios, los cuales tienen diferentes ritmos de aprendizaje y una
gran diversidad cultural, con la aplicación de estos planes o estrategias se puede
visualizar la relación entre instrucción y desarrollo. Lacasa
(2002)
Por otro lado hay herramientas valiosas
que pueden ser utilizadas para formar comunidades de aprendizaje presenciales,
e-learning o combinadas; algunas de éstas son las plataformas virtuales de
instituciones educativas, Twitter y Facebook. Con herramientas como estas es
posible que los docentes innovemos nuestras prácticas educativas y mejoremos la
calidad de la educación que ofertamos, el mundo de hoy nos exige que utilicemos
las TIC, los alumnos llegan ya con conocimientos previos al respecto y es
necesario aprovechar esa condición y desarrollar en ellos la habilidad para que
las apliquen en su cotidianidad. López (2010)
Por lo anterior es importante tener
claro que en el proceso de enseñanza-aprendizaje, los docentes debemos lograr
un aprendizaje
situado es decir, un aprendizaje que permita a las personas desarrollar
competencias en base a las necesidades de su entorno y de acuerdo a su cultura
institucional, en la que use artefactos, signos y símbolos de su comunidad
característica, de nada serviría por ejemplo aprender la raíz cuadrada si ese
conocimiento no tendrá significado en nuestra vida diaria. Daniels (2003)
Reafirmando la importancia de
trabajar en el ámbito educativo con las TIC, se puede decir que estas facilitan
una cognición
distribuida, porque permiten lograr una estructura que coadyuve a la construcción
del conocimiento de manera compartida con el uso de una computadora, de la radio
o del pizarrón interactivo. Daniels (2003)
Precisamente pensando en la
construcción del conocimiento el trabajo educativo se ha venido enriqueciendo, día
a día, y sobra decir que es responsabilidad del sistema educativo y de los
docentes el actualizarse o profesionalizarse, porque de no hacerlo no podrán
construir el andamiaje como tal, entendiendo que andamiaje es la forma de asistencia por parte de un
adulto o experto que permite que el alumno reduzca el nivel de incertidumbre
para resolver un problema o llevar a cabo una tarea, creándose un contexto
adecuado en el que el profesor se dé cuenta de lo que el estudiante necesita
para reducir su nivel de dependencia y lograr un aprendizaje más rápido y
sostenido(Daniels, 2003). Es apremiante que los actores educativos entiendan la
importancia de la tarea educativa y que en realidad logren que nuestros alumnos
salgan de esa incertidumbre en la que viven o de cargar con los prejuicios con
los que se conducen.
Muchos de los esfuerzos que se realizan con
herramientas tecnológicas por ejemplo la educación a distancia, surgen con la
visión de ofrecer grandes beneficios a la comunidad en general, además de
buscar el aprovechamiento de economías de escala en las instituciones, que les
permita extender la oferta de programas de educación así como las actividades
de capacitación, actualización o extensión, lo anterior lo menciona Burgos
(2004a) citado en Burgos (2007) ACT15
La mayoría de los instrumentos tecnológicos que se han analizado se adapta a los planes institucionales y
contenidos educativos por su veracidad, presentación adecuada de ideas, evaluación,
permite al alumno ir avanzando a sus ritmo y necesidad, al poder avanzar,
regresarse o repetirlo las veces que sean necesarias, su estructura favorece el
óptimo procesamiento de la información, ya que es fácil de navegar, su interfaz
es predictiva. CUDI (2002)
citado por Ramírez (2007)
Y con todos ellos es factible la realización de una
evaluación, ya que inclusive con la observación de los estudiantes durante la
aplicación o utilización de las tecnologías de la información y la comunicación
podemos darnos cuenta si su aprendizaje es significativo.
REFERENCIAS
Alanís González, M. (2007). ¿Hacia dónde nos dirigimos? Evolución de la
tecnología y sus efectos en las organizaciones. En A. Lozano Rodríguez, &
J. V. Burgos Aguilar, Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a
Distancia Centrado en la Persona (págs. 107-123). México: Limusa.
Daniels, H. (2003). Vygotsky y la
Pedagogía. Barcelona: Paidós.
Fernández-Cárdenas, J. M. (2009a). Las
tecnologías de la información y la comunicación desde la perspectiva de la
psicología de la educación. (J. Arévalo Zamudio, & G. Rodríguez Blanco,
Edits.) México, Distrito Federal, México: Secretaría de Educación
Pública/Dirección General de Materiales Educativos.
Lacasa, P. (2002). Cultura y Desarrollo. En P. Herranz Ibarra, & P. Sierra
García, Cultura y Desarrollo (págs. 17-50). Madrid: UNED.
López Falconi, J. E. (2010). Comunidades
de prácticas de valor para el aprendizaje organizacional. En Burgos
Aguilar, V. & A. Lozano Rodríguez (Comp.). Tecnología educativa y redes de
aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.
Ramírez Montoya, M. S. (2007).
Administración de objetos de aprendizaje en educación a distancia: experiencia
de colaboración interinstitucional. En A. Lozano Rodríguez, & J. V. Burgos
Aguilar, Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia Centrado
en la Persona (págs. 351-373). México: Limusa.